¿Cómo podemos averiguar cuál es nuestro destino en la vida?

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Comunicación recibida el 30/09/2025 (extracto textual de la sesión completa)

 

Las personas que estáis encarnando en la sociedad en la que os movéis, lo más habitual es que vayáis descubriendo vuestro destino a través de la experiencia de la vida.

Estad en condiciones de poder abriros, de poder atender, de poder aprovechar cada una de las experiencias por las que pasáis. Es el modo en el que realmente tenemos la oportunidad de poder evolucionar.

Si observáis la vida, estaréis comprendiendo cuáles son las tareas que os corresponden para cumplir con vuestro destino, porque son todas aquellas que están relacionadas con expresar el amor y la sabiduría en cada una de esas experiencias que la vida os pone por delante.

Cuando las personas se obcecan en estar buscando situaciones concretas, experiencias particulares que les permitan supuestamente evolucionar, están centrando la atención muy lejos de la experiencia vital por la que se mueven en este momento, lo cual hace que sea cada vez más difícil que estéis en condiciones de poder aprovechar el día a día.

El Maestro Jesús decía que cada día tiene su afán[1], cada día nos da oportunidades para poder crecer y evolucionar, y cuando tenemos la intención puesta en cumplir con la voluntad de Dios y mantenemos la atención a lo que la vida nos va deparando a cada momento, esta combinación permite que podamos hacernos conscientes de cada experiencia, sacando el máximo partido de la aprendizaje que nos aporta y convertirlo en sabiduría espiritual, porque toda la información que vamos adquiriendo en la vida es posible convertirla en sabiduría.

Y eso lo podréis comprobar en el modo en el que os vais transformando, porque vais aprendiendo, y ese aprendizaje implica cambio. Esa es la transformación que es necesaria para poder percibir la evolución y manifestarla en nosotros mismos.

[1] Evangelio según San Mateo 6:34

 

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