La verdad y la mentira

You can translate this web with Google Crome

Comunicación Espírita realizada el 01/02/2020 (transcripción íntegra)

 

Contenidos:

-         La mentira es debilidad del alma.

-         La verdad nos hará libres.

-         La verdad tiene requisitos.

-         El filtro que libera de la mentira.

-         Qué ocurre cuando mentimos.

-         Cuando mentimos “de forma piadosa”.

-         Nuestros errores provocan dolor.

-         Reparar el mal causado.

 

La mentira es uno de los grandes signos de la debilidad del alma. Cuando faltamos a la verdad estamos enfrentándonos a la voluntad del Padre Eterno. Nuestro gran hermano Jesús de Nazaret nos dijo que “la verdad nos hará libres”[1], porque solo con la verdad seremos capaces de evolucionar.

 

Pero la verdad tiene requisitos. No se puede hablar con verdad cuando se desconoce, no se puede hablar con verdad cuando se ignora o se aborrece. Para poder estar en el canal de la verdad es necesaria la intención de hacerlo y la libertad que nos auto otorgamos para asumirla y expresarla con valor. El amor es el filtro que libera de la mentira, porque nos da la seguridad en que todo lo que hagamos en esta sintonía será fluido y nos permitirá progresar.

 

¿Qué ocurre cuando mentimos? En primer lugar, estamos traicionándonos a nosotros mismos, ya que nos alejamos del camino de Dios. También traicionamos a los que nos escuchan, por lo que nuestra falta tiene trascendencia, y aumentará el esfuerzo necesario para limpiarla de nuestra alma.

 

Cuando mentimos “de forma piadosa” creemos que hacemos bien, pero no es cierto. Es diferente esto que tener delicadeza e inteligencia al comunicar las cosas, cualidades ligadas con fuerza al amor. En el primer caso mentimos, y las personas que escuchan adquieren falsas impresiones y conocimientos de “nuestra” realidad. En el caso de expresarnos con delicadeza, logramos que llegue la verdad sin herir, y en las dosis necesarias que nuestra alma nos indica. Y nos equivocamos, y nuestros errores provocan dolor. Pero recordad que el arrepentimiento no se resuelve si no se repara el mal causado. ¿Os parece poca libertad esa? ¿De dónde proviene esta forma de actuar sino de la línea que marca el Padre Eterno?

 

[1] Evangelio según San Juan 8,32

 

Artículos relacionados:

La mentira, la verdad y el perdón de los pecados

 

Más información:

Índice

Contactar o suscribirse

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué peligros tiene la mediumnidad? (1). La importancia del nivel vibracional del médium

Solicitudes de Oraciones y Energía

Reflexiones que extraje de la película “La Cabaña”