Devolver bien por mal

Comunicación realizada el 26/03/2020 (transcripción íntegra)

Contenidos:
-         La Ley de Dios es amor.
-         Todo acto, pensamiento y emoción relacionada con el amor está en el camino del Padre Eterno.
-         Todo aquello que se aparte de los actos de amor, también se aparta de Dios.
-         Devolver bien por mal es una de las grandes pruebas.
-         La creación la podéis transformar a través de vuestros actos.
-         Cambiará vuestra forma de ver la vida, de relacionaros, de comprender vuestra imperfección.
-         Os ayudará a sentiros felices, porque nada de lo que pase en vuestro exterior os afectará.
-         Dejaréis de ser personas reactivas y seréis personas activas, protagonistas de vuestro proceso.
-         Seréis influenciadores de muchas personas, de las que seréis modelo de bien hacer.
-         Vuestras acciones, sonrisa y felicidad muestran un modelo a imitar.
-         Ser apóstoles del ejemplo cuesta nada.
-         Vuestras acciones serán mostradas a los demás, reflejo de lo que deberían ser sus vidas.
-         Podrán copiaros, y eso os hará felices.
-         Vuestra humilde participación, cuando da sus frutos, os está demostrando que estáis siguiendo un buen camino.
-         La decisión debemos demostrarla a través de pruebas, en proporción de la necesidad de evolucionar.
-         Son enseñanzas o demostraciones de la evolución que hemos llegado a alcanzar.
-         Mantened el convencimiento de que estáis por el buen camino siempre que devolvéis el bien.
-         La libertad de que nada de lo que pase a vuestro alrededor importa.
-         Manifestaciones de la energía cósmica del amor.
-         Buscad en cada momento la oportunidad de ser expresión de la palabra de Dios en vuestra vida.

La Ley de Dios es amor. Todo acto, todo pensamiento y toda emoción que salga de nosotros y que esté relacionada con el amor está en la línea, en el camino del Padre Eterno. Todo aquello que se aparte de los actos de amor, también se aparta de Dios. Por tanto, siempre debéis hacer bien, independientemente de cuál fuese el resultado de lo que os hagan a vosotros.

Devolver bien por mal es una de las grandes pruebas que permite vencer el orgullo, desarrollar la humildad, avanzar en el camino del perfeccionamiento espiritual y entender toda la creación, que sois capaces de transformar a través de vuestros actos. Porque donde hay discordia, poned concordia. Donde hay miedo, poned amor. Cambiará vuestra forma de ver la vida, de relacionaros con los demás, de desarrollar la comprensión de vuestra imperfección. Y os ayudará a sentiros felices, porque nada de lo que pase en vuestro exterior os afectará. Dejaréis de ser personas reactivas y seréis personas activas, protagonistas de vuestro proceso, e influenciadores de muchas personas, de las que seréis modelo de bien hacer. Y cuando vuestras acciones estén unidas a vuestra sonrisa y a vuestras expresiones de felicidad, estaréis mostrando un modelo que desearán imitar muchas personas.

Os he dicho, ya muchas veces, que debéis ser apóstoles del ejemplo. Eso no cuesta nada, porque cuando actuáis de acuerdo a vuestra conciencia, lo hacéis por el convencimiento de que estáis actuando de acuerdo a la voluntad del Padre Eterno. Y esas acciones serán mostradas a los demás, que verán en vosotros un reflejo de lo que deberían ser sus vidas. Y si tienen suficiente luz, serán capaces de copiaros, y eso os hará felices, no por orgullo personal, sino porque sabréis que la obra de Dios se va extendiendo. Pero vuestra humilde participación, cuando da sus frutos, os está demostrando que estáis siguiendo un buen camino.

El convencimiento de la decisión tomada para cumplir la voluntad del Padre Eterno debemos demostrarla a través de pruebas, desde las más simples a las más complejas. Cada prueba está en proporción de la necesidad que tiene cada alma de evolucionar. Por eso, una misma adversidad es sufrida de forma diferente por cada una de las almas que la padecen. Y las almas más evolucionadas entienden que son enseñanzas o demostraciones de la evolución que hemos llegado a alcanzar. Seamos consecuentes con ello. Mantened el convencimiento, la confianza, la fe, de que estáis por el buen camino siempre que devolvéis el bien, independientemente de cómo sean las acciones de los demás.

Fijaos la libertad que os supone, que nada de lo que pase a vuestro alrededor importa realmente, porque vuestra alma eterna está avanzando en el camino correcto. Vuestra luz iluminará a muchas otras luces, pero no debéis obsesionaros con ello. Mantened la felicidad que da el fluir en la energía cósmica del amor en todas sus manifestaciones: respeto a los demás, respeto a la naturaleza, cuidado de todo lo manifestado, servicio a todos los necesitados. Humildad, como fuente de sabiduría. Paciencia, como fuente de crecimiento. Atención, como fuente de la voluntad. Sonrisas, como fuente de la felicidad.

Buscad en cada momento la oportunidad de ser expresión de la palabra de Dios en vuestra vida.

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Comentarios

  1. Muy difícil devolver bien por mal. Que te hagan daño y tu ser bondadoso no es nada facil. Pero la vida es así no podemos siempre ir a lo fácil

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