La actitud de atención
Comunicación realizada el 26/10/2020 (extracto textual de la sesión completa)
Contenidos:
-
Entended el
concepto.
-
Lo que
generan los procesos internos.
-
El
pensamiento consciente.
-
La sonrisa
en el corazón.
-
El filtro de
todo lo que entra y sale de vosotros.
-
Transformar
vuestra realidad interna y externa.
-
Influir a
través de ese filtro.
-
Cambiar el
filtro.
-
La práctica en
el proceso de consolidación.
-
Conocernos a
nosotros mismos.
-
La
introspección y la concentración.
-
Conducir
suavemente a la mente.
-
Requisitos
para cambiar.
Entended el concepto de
mantener una actitud de atención, atención ante la vida pero, sobre todo, ante
todos los procesos que se producen en vuestro interior, porque esos procesos
son los que, al final, generan vuestros actos. El pensamiento consciente
modifica, modula, toda la realidad, y cuando mantenéis una sonrisa en vuestro corazón,
estáis creando un filtro que hace que todo lo que entra y todo lo que sale de
vosotros esté impregnado de esos valores. Cuando tenéis una actitud de rencor,
de odio, toda la información que entra y que sale de vosotros estará impregnada
de ello. Fijaros hasta qué punto es importante mantener una actitud positiva en
todo aquello que entre o salga de vosotros, porque gracias a ello, transformáis
vuestra realidad interna y transformáis vuestra realidad externa. Influid en
todas las personas y en todo vuestro entorno a través de ese filtro que
utilizáis en la vida, y ese filtro lo podéis cambiar de acuerdo a vuestra
voluntad.
Es una enseñanza muy
importante, porque permite cambiar de forma inmediata cualquier actitud. Pero
solo a través de la práctica se acaba consolidando. Cuando tenemos una actitud
de carácter negativo, y la queremos cambiar, debemos mantener la conciencia y
la consciencia, de tal manera que cada vez que vuelva a aparecer esa actitud
negativa, la sustituyamos con la actitud positiva que deseamos cambiar, y eso
hace que cada una de las cualidades que tenemos pueda ser mejorada a través de
la consciencia[1]. Conocernos a nosotros mismos. Es la única forma de poder
evolucionar.
Eso implica introspección,
estar metidos hacia dentro, observarnos constantemente y, cuando nuestra
concentración se disperse, volver a concentrarnos, sin reproches, como quien
empuja suavemente a un niño para evitar que caiga por un precipicio. Conducir
suavemente a la mente es la mejor forma de poder evolucionar. Observad que,
para ello, es necesario saber qué queremos cambiar y, por lo tanto, hace falta
conocernos a nosotros mismos, mantener la consciencia de nuestra realidad para
poder sustituir los malos hábitos, los hábitos erróneos, por otros que queremos
mejorar.
Nota: Para ampliar, ver
artículo La atención
[1] Ver artículo Consciencia y
Conciencia
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