Liberarse de las opiniones de los demás

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Comunicación recibida el 26/01/2021 (extracto textual de la sesión completa)

 

Recibiréis el desprecio de los hermanos más ignorantes, con la compasión del amor paternal que Dios prodiga sobre vosotros, porque os convertís en la mano de Dios sobre vuestros hermanos sufrientes, y vuestro orgullo se mantiene apagado, porque de vosotros solo se emite la luz del amor. Y esa mano tendida hacia todos vuestros hermanos, sufrientes e ignorantes, por mucho dolor que pueda ocasionaros, estáis en condiciones de evitar el sufrimiento, porque vuestro grado de comprensión ha alcanzado el nivel suficiente como para no tener que sufrir, porque un posible sufrimiento podría estar estrechamente vinculado al orgullo, el orgullo herido por el menosprecio. Es una de las grandes limitaciones que se tiene en el desarrollo de la palabra de Dios.

 

Pero cuando se es capaz de comprender que vuestra verdadera palabra es demostrar una vida dedicada al amor de Dios, automáticamente desaparece la importancia que podáis darle a la valoración que puedan hacer los demás de vuestros actos. Os sentís libres, porque no dependéis de ninguna opinión, y gracias a este proceso, toda vuestra vida cambia de un modo muy significativo. Este es un proceso infinito en cualquier nivel evolutivo en el que os encontréis.

 

Aplicando estos principios, sois capaces de seguir evolucionando más y más, porque la sabiduría eterna de Dios nos pone delante de cada uno de los seres evolutivos las oportunidades de poder seguir aprendiendo de acuerdo a nuestra realidad actual.

 

Siguiendo estas premisas, en cualquiera de los niveles en los que os encontréis, estáis en condiciones de poder seguir avanzando en amor y en felicidad.

 

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