Sanando (Rosamari)
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Crome
Hay
momentos en la Vida que detienes tu actuar, los pasos se te hacen duros y te
cuesta caminar, quizá la fe vas perdiendo sin saber cómo pensar. Te va
inundando la tristeza y te cuesta respirar, empiezas a ver oscuro, lo que
iluminado está. Te aparece la desgana, la apatía y mucho más, necesitas unos
cambios y te preguntas por dónde empezar.
Las
dudas te van frenando, los bloqueos están. ¿Cómo das un giro a esta tu
realidad? Cambiando los pensamientos, esa prisión se abrirá, al abrirse deja de
ser problema se convierte en oportunidad y ese cambio de visión mueve esa
libertad. Dejas de enjuiciarte y de echarte más basura, empiezas a valorarte
con Amor y con dulzura y sobre todo perdonarte las cosas que has visto
injustas. Porque todo está en ti y nadie tiene la culpa. Cambias tus
pensamientos, el daño por comprensión, la falsedad por ternura y el juicio por
el perdón.
El
perdón hacia ti mismo desarrolla tu fluir, comenzando una cadena de un nuevo
resurgir, porque el perdón desbloquea lo que te hace sufrir y eleva la
conciencia para un nuevo latir.
Perdonar
es ver más allá de la creencia, trascender la evidencia para sentir lo que Es,
su verdadera Esencia y en este proceso amado, saber que has perdonado, sin
ofensa de la Vida, porque nada hay errado, te hace libre al instante, ya que Es
Amor Sagrado.
Recuerda:
Renueva la esperanza, levanta la mirada al cielo, ayuda al que se atasca,
siente la fuerza interior y se disuelve tu máscara.
Perdona
el pasado y abrázalo en el presente y limpia esos agravios y ve que todo es
inocente.
Da
unos pasos más, escucha sin poner tus filtros y mira la necesidad que el otro
está demandando porque siente soledad.
Vuelve
a empezar y suelta todos los apegos y ábrete a escuchar y déjate seducir por
todo lo que Es Real.
La
Vida te va a guiar, te muestra muchos caminos llenos de posibilidad, te hace
ver la Belleza que está por cualquier lugar y te habla de la Riqueza que dentro
de ti está.
Confía,
siente la verdad en ti, que en el otro también está, mira más allá de la
apariencia, que está la profundidad, deja que el agua se serene y vas a ver con
más claridad. Aprende a fluir y así déjate llevar, aflójate y los bloqueos se
van.
Vivir
amando la libertad, respetando los procesos tal y como se dan, sin querer
cambiar al otro es como sientes la paz.
Rosamari
Ramírez del Cerro
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