La muerte y sus consecuencias

Comunicación Espírita realizada el 19/03/2020 (transcripción íntegra)

 

Contenidos:

-         La transición de la muerte.

-         El estado de turbación.

-         Hermanos preparados para recibir el alma.

-         Desprendimiento del cuerpo.

-         Los hermanos de Luz nos encontramos hacia su derecha.

-         Permitir el derecho de la evolución voluntaria.

-         Cuando se adquiere la consciencia de haber desencarnado. El autojuicio.

-         Los efectos del arrepentimiento tras la muerte.

-         La contribución de la perfección moral e individual en la evolución moral y espiritual de toda la humanidad.

-         La emoción del reencuentro.

-         La experiencia de los espíritus que todavía se han mantenido en la ignorancia y en la contumacia del mal.

-         La importancia de la elevación moral y espiritual.

-         El vacío de la soledad en el plano físico.

-         Solo la iniciativa personal es lo que se valora.

-         Esforzaos, incluso cuando el barco de vuestra vida se mueva rápido.

-         Asumir el dolor con resignación, sin dejar de intentar mitigarlo.

-         Observar la muerte como la gran aliada.

-         Las pruebas en el plano físico no se pueden realizar en el plano espiritual.

-         Afinidad en el plano espiritual.

-         La importancia de la humildad y del servicio.

-         Cuándo pagar el mal causado.

-         Nunca es tarde para arrepentirse.

-         Pensar y analizar los actos de cada día.

-         Los pasos de la evolución: observar los errores y reconocerlos; decidir no volver a errar; reparar el daño causado.

-         Transmitid estas enseñanzas cuando tengáis oportunidad, porque hay millones de almas ansiosas de recibir estas noticias.

-         El cambio es posible, es inmediato, y empieza a recibir sus frutos en el mismo instante en el que se toma la decisión.

-         Fijaos hasta qué punto es importante vuestra labor de apostolado.

 

SOLICITUD

 

Queridos Hermanos de Luz, en esta época en la que vemos la muerte tan de cerca en personas a las que aparentemente no se les esperaba este momento, queríamos pediros información sobre qué es la muerte. ¿Qué consejos e instrucciones nos podéis dar en relación con ella, para nuestro bien y progreso?

 

RESPUESTA

 

La muerte es la transición necesaria del estado corporal al estado espiritual. Las pruebas que a cada cual le corresponde experimentar durante la vida cesan en el momento de la muerte. Hay que entender que, de acuerdo al proceso en el que se encuentra cada uno, a las lecciones que ha sido capaz de aprender, a las experiencias que ha sido capaz de superar, la muerte les llega con un estado de turbación más o menos intenso. Es un proceso de adaptación similar al del nacimiento en la vida corporal, donde hay algunas personas que tienen recuerdo del momento en que nacen, pero la mayoría no son conscientes cuando son adultos ni siquiera de los primeros años de vida.

 

Sin embargo, este proceso es necesario para la adaptación de la mente en esta situación diferente, pero que está en perfecta sintonía en el proceso de evolución de todos los seres que pueblan el universo. Cuando llega la hora que ha decidido el Padre Eterno, un determinado número de hermanos estamos preparados para recibir el alma que está unida al periespíritu[1], y que se desprende del cuerpo con mayor o menor rapidez, dependiendo de las circunstancias del fallecimiento y del grado de elevación espiritual de la persona.

 

Los Hermanos de Luz nos encontramos hacia su derecha, para que pueda tener una referencia sobre la que poder concentrar su atención, si es así su voluntad y deseo. Solamente se aproximan Hermanos de similar grado espiritual del que fallece. Los Hermanos Espirituales inferiores no tienen capacidad de ver la luz. Los Hermanos Espirituales superiores tenemos que permitir el derecho de la evolución voluntaria de cada uno de los demás Hermanos.

 

Cuando se adquiere la consciencia de haber desencarnado del cuerpo físico, está en condiciones de poder observarse, de poder comprender todos los aciertos y errores que ha tenido a lo largo de su vida, de los triunfos y de las derrotas que logró, de acuerdo con el plan que se forjó antes de su nacimiento, para poder evolucionar en el plano físico a lo largo de aquella existencia que ya pasó. Con este aprendizaje comprende la alegría que le embarga por sus éxitos y, si lo desea, puede sentir el arrepentimiento por sus fracasos en un grado mucho mayor de lo que puede hacerlo en el plano físico, pero con una trascendencia mucho menor. Porque el que se arrepiente de los pecados en el plano físico, el que produce la reparación de los mismos y adquiere el convencimiento de no volver a reincidir, ha superado la prueba planteada, y ha alcanzado el punto de evolución que se propuso sobre este punto de su perfección moral e individual, y que contribuye a la evolución moral y espiritual de toda la humanidad con su aportación personal que hará a lo largo del resto de su vida.

 

En el mundo espiritual, estos seres desencarnados con los que contacta cuando toma conciencia, son familiares y amigos afines espiritualmente, a los que conoció en sus vidas anteriores. Es un momento muy emocionante, porque te puedes reencontrar con hermanos a los que no se veía en el plano físico desde hace muchas vidas, pero que siempre que han tenido oportunidad, lo habían estado acompañando en el plano espiritual. Por ello, en muchos de los casos, este reencuentro supone un momento de gran felicidad, que facilita enormemente la adaptación al mundo espiritual.

 

Pero los espíritus que todavía se han mantenido en la ignorancia y en la contumacia del mal, establecen contacto con otros espíritus afines a ellos, y podría decirse que la sensación es como la de estar en una prisión, en la que todos los condenados son de la misma calaña, de modo que los mentirosos se reúnen con los mentirosos, y sus relaciones están basadas en la mentira; los envidiosos con los envidiosos; los crueles con los crueles, y así sucesivamente, de acuerdo a la afinidad personal que les caracterice. Podréis comprender entonces la importancia de la elevación moral y espiritual, para poder experimentar todos los avances que hayáis tenido a lo largo de vuestra existencia física en el mundo nuevo que se os abre y en el que todos, por la misericordia del Padre Eterno, se encuentran unidos a los otros seres que tienen similar grado de afinidad. Podéis compararlo con lo mismo que ocurre en el plano corporal, donde las personas también se juntan, se reúnen con otras que les son afines, y disfrutan de su compañía[2], bien sea por el egoísmo de sus corazones o por la luz que emana de ellos.

 

Y hay personas que en el plano físico encuentran el vacío de la soledad, no encuentran afinidad con otras personas y, en la mayoría de los casos, el altruismo es el gran antídoto que les puede llenar su vida de felicidad. Pero recordad, que la mano izquierda no sepa lo que haga la mano derecha. Formar parte de organizaciones de ayuda a los necesitados es muy loable, pero solo la iniciativa personal es lo que se valora, y de poco sirve formar parte de tal colectivo si después el esfuerzo es mínimo, al dejarse llevar simplemente por la corriente altruista del grupo. Remad en la misma dirección, esforzaos, incluso cuando el barco de vuestra vida se mueva rápido, porque solamente con vuestra iniciativa se logra el progreso del alma. Y las personas que sufren las enfermedades, las angustias de la vida, cuando son capaces de entender que todo eso que está ocurriendo, en la mayoría de los casos, ha sido decisión previa, un contrato establecidos para su venida al mundo, asumen el dolor con resignación, sin dejar de intentar mitigarlo, por supuesto, pero no se rebelan ante Dios por el mal que sufren, sino que lo asumen con paciencia, y cuando ven cercana la hora de la muerte y conocen  esta información, son capaces de abrir los ojos en ese momento, de observarla como la gran aliada, teniendo la esperanza de que todos sus procesos en los cuales ha salido victoriosa van a contribuir innegablemente a que su verdadera vida, la vida espiritual, sea de mejor grado que la anterior, estando más cerca del Padre Eterno en su infinito[3] camino de perfección, de alegría, de felicidad y de amor.

 

Recordad, las pruebas en el plano físico no se pueden realizar en el plano espiritual, porque las penalidades del plano físico son pruebas autoimpuestas y acordadas antes de nacer, donde las experiencias con seres, hermanos corporales que tienen menos luz, son decisiones que hemos tomado en la inmensa mayoría de las ocasiones, bien sea para aprender nosotros, y también para enseñarles a ellos. Sin embargo, en el plano espiritual solamente tenemos afinidad con los que están en nuestro nivel evolutivo y con aquellos que deseamos mantener contacto de los planos inferiores, para ayudarles[4], y los que nos lo permiten de los planos superiores, para ser ayudados nosotros. Así comprendemos la importancia de la humildad y del servicio, que eternamente colmará nuestro espíritu de alegría y de servicio, teniendo un sentido absolutamente claro y definido en todo nuestro proceso evolutivo eterno, cuando seguimos el camino que nos marca el Padre Celestial.

 

Recordad que el arrepentimiento es el primer paso tras observar nuestros pecados, que la reparación del daño causado es necesaria en la mayoría de las ocasiones, pero hay momentos en los que eso no se puede hacer por impedimentos físicos, pero si se consigue alcanzar la decisión absoluta de reformarse y no volver a pecar, este arrepentimiento es tenido en cuenta por el Padre Eterno, porque supone la evolución del espíritu, y tendrá la oportunidad de pagar el mal causado en otros momentos posteriores. Pero la lección ya ha sido aprendida, y el salto en la evolución se ha fijado eternamente.

 

Por tanto, entended que nunca es tarde para arrepentirse. Siempre tenemos la oportunidad de pensar y analizar los actos de cada día, podemos observar cómo hemos actuado, ya sea con amor, ya sea con miedo, ya sea con altruismo, ya sea con egoísmo, ya sea con compasión, ya sea con crueldad. Cada momento es una oportunidad de autoanálisis, de aprendizaje, de progresión. Seguid los pasos de la evolución, observad los errores y reconocedlos. Decidid no volver a errar y reparad el daño causado. Seguid estas pautas y estaréis avanzando firmemente en el camino del Padre Eterno.

 

Y transmitid estas enseñanzas cuando tengáis oportunidad, porque hay millones de almas ansiosas de recibir estas noticias, que les permiten iluminar sus ojos con la esperanza, entender la vida tal como es, adquiriendo un nuevo sentido para su existencia, por corta o larga que pueda ser. Esta noticia les permite decidir en cualquier instante en el que se encuentren de su proceso vital, que el cambio es posible, es inmediato, y empieza a recibir sus frutos en el mismo instante en el que toman la decisión. Fijaos hasta qué punto es importante vuestra labor de apostolado.

 

Que el amor infinito del Padre Eterno os guíe en vuestro camino para ser dignos apóstoles de sus enseñanzas, y que el amor y la humildad nos cubran a todos en nuestras almas para poder actuar del modo correcto.

 

Notas del transcriptor:

[1] Ver definición en Diccionario.

[2] Disfrutan de su compañía… o la sufren.

[3] El texto original era “eterno”, pero se me ha autorizado cambiarlo por “infinito”.

[4] Siempre de acuerdo con las peticiones de progreso y ayuda que puedan hacer estos hermanos inferiores, a través del arrepentimiento de las faltas y del deseo de evolución a través de sus propios esfuerzos.

 

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