La labor diaria de la oración por los desfavorecidos y el progreso espiritual y moral
Comunicación realizada
el 07/05/2020
(adaptación para comunicado público)
Contenidos:
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Cualquier
ser tiene la posibilidad de aportar luz a través de la oración.
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Qué es la
oración.
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Labor diaria
que podéis realizar en vuestro progreso espiritual y moral.
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Aportar una
carga energética positiva a las personas sufrientes y movilizar vuestras
energías.
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Cuándo los
efectos son negativos para la salud.
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El modo más
sencillo y eficaz de saber cuál es la medida adecuada.
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Un
trabajo duro, pero placentero.
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Organización para el desarrollo
personal, para poder seguir evolucionando.
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Cuando la vida se estanca.
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Mostrando el camino del Padre Eterno.
Cualquier ser, encarnado o
desencarnado, tiene la posibilidad de aportar luz a los desfavorecidos, a los
que sufren, a los que están equivocados, a vuestros enemigos, a través de la
oración. La oración es transmitir la energía más positiva hacia los que sufren,
es el modo más sublime de ejercer la caridad. Y eso forma parte de la labor
diaria que podéis realizar en vuestro progreso espiritual y moral. Porque no
solamente estáis aportando una carga energética positiva a las personas
sufrientes, sino que también estáis movilizando vuestras energías.
Podríais compararlo con la
forma de entrenar de un atleta, que cuanta más energía consume en el
entrenamiento, más energía recibe. Pero cuando un atleta se obsesiona y se
sobreentrena, los efectos son negativos para su salud. Igualmente ocurre con el
resto de las cosas de la vida. Y a la hora de hacer oración por los que sufren,
si estáis todo el día obsesionados en ello, estaréis dejando de lado las
obligaciones de la vida física y podréis enfermar. Todo tiene su justa medida,
y el modo más sencillo y más eficaz de saber cuál es la medida adecuada es la
gratificante sensación de felicidad que os muestra que estáis avanzando en el
camino del Padre Eterno.
Seguid
por este camino. El trabajo es duro, porque requiere dedicación, pero también
es altamente placentero, porque produce satisfacción con cada paso que dais.
Comprended que el día a día tiene sus trabajos que hay que cumplir, pero es
importante organizarse de modo que quede tiempo para el desarrollo personal,
para poder seguir evolucionando. De otro modo, la vida se estanca. Del mismo
modo que el agua, cuando se estanca pierde sus propiedades saludables. Creced
pues, entendedlo como un modo de entrenamiento que os hará cada vez más
capaces. Cada vez sabréis más, cada vez tendréis mayor capacidad, cada vez
tendréis mayor fe, y cada vez tendréis mayor felicidad. Ese es el camino del
Padre Eterno.
Que
la paz de Dios os llene, que la felicidad de Dios os cubra y que sintáis la
presencia del Padre Eterno dentro de vosotros, a través de la satisfacción de
sentiros en el camino del bien, de la belleza, de la verdad y de la bondad.
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