El camino de la evolución

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Comunicación recibida el 23/04/2025 (extracto textual de la sesión completa)

 

APRENDER Y PRACTICAR PARA EVOLUCIONAR

 

Aprended de la vida, estudiad la vida, sacad conclusiones, pero siempre dirigiros a vosotros mismos, encontrad el modo, la forma, de poder aplicar esos conocimientos a vuestra realidad, y cada nuevo conocimiento siempre será una transformación de vosotros mismos, porque aumentaréis algún tipo de capacidad, ampliaréis algún límite que teníais hasta ese momento, y estaréis en condiciones de poder encontrar el verdadero camino, el camino de la evolución.

 

EL CAMINO DE LA EVOLUCIÓN NO TIENE UNA META

 

Este camino de la evolución no tiene una meta, sino que la meta es el propio camino, un camino en el que siempre se tiene la posibilidad de estar percibiendo la manifestación del amor a través de las experiencias que la vida nos pone.

 

LA FINALIDAD DE LAS EXPERIENCIAS Y DEL SUFRIMIENTO

 

Porque todas las experiencias tienen una finalidad de amor, aunque nos provoquen sufrimiento, porque ya sabéis que el sufrimiento es una resistencia ante la realidad, y la realidad es la expresión de la voluntad de Dios. Cada vez que se sufre podemos comprender que estamos resistiéndonos ante la voluntad de Dios.

 

EVITAR LA PASIVIDAD

 

Esto no implica que seáis pasivos, sino que comprendéis que todo lo que ocurre es una oportunidad que tenéis en la escuela de la experiencia de la vida para poder dirigir vuestro aprendizaje, adquirir comprensión, resolver situaciones y problemas desde el amor y desde la sabiduría que disponéis en este momento, y siempre con una actitud de agradecimiento ante la vida.

 

LA DIFICULTAD QUE IMPONE EL CONDICIONAMIENTO

 

Y eso es algo que en vuestro nivel es muy difícil, porque estáis condicionados generalmente, porque en vuestra cultura se huye de cualquier tipo de problema, e incluso se echan las culpas de los problemas propios a agentes externos, a otras personas, a las circunstancias, a la vida, a Dios.

 

ENTENDER LA ESCUELA DE LA VIDA

 

Y para poder transformar esta forma de entender la vida, primero es necesario comprender que esta experiencia que es la encarnación es una escuela, una escuela a la que se viene a aprender, pero también a enseñar, en la medida de lo que cada cual sabe. Y cuando se está abierto a esta información, la paz se instala en la persona y se está en condiciones de poder transmitir lo mejor que tiene en cada momento, aportar la ayuda más consciente y sabia de la que tenga capacidad, y convertirse, a través de esta actitud, en un elemento que participa en el cumplimiento de la voluntad de Dios.

 

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