Aproximarnos en la comprensión de Dios (3). Convertirnos en la mano de Dios en la Tierra

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Comunicación recibida el 28/06/2022 (extracto textual de la sesión completa)

 

Con esta actitud, entramos en ese proceso del que ya os he hablado, de convertirnos en la mano de Dios en la Tierra[1], porque estamos contribuyendo a que se desarrolle la verdad, la belleza y la bondad, y solamente lo podemos hacer de acuerdo a nuestras propias capacidades. De este modo, podemos presentarle los talentos a Dios, y estar en condiciones de poder aumentar nuestras capacidades por mérito propio. Ese es el proceso de entender a Dios. “Conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los dioses”[2]. El proceso de conocernos a nosotros mismos implica, necesariamente, conocer, de un modo progresivo, a Dios, a esa chispa divina que habita en nuestro interior, y que siempre tendremos la capacidad de observar una versión un poco mejor de la que en este momento manifestamos.

 

[1] “Sois hijos del amor. Expandidlo siempre, porque todo está bien, y cada ser sufriente forma parte del proyecto de Dios, por perverso que nos parezca en algunos casos. Siempre enviad amor. Si no, ¿qué sois, acaso mejores? Jamás, si no entregáis el don de Dios. Sed mensajeros, no solo de su Palabra, también de su Obra. Mirad la naturaleza, ¿no es acaso una clara manifestación de amor? Sed, pues, amor. Transmitid amor a todos. Así podréis entender la frase del Maestro Jesús de amar a vuestros enemigos. Porque ellos os están dando las más valiosas oportunidades de evolucionar. Sed amor, vivid en amor y así cumpliréis los designios del Padre Eterno. Sin esfuerzo, sin sacrificio, porque el amor que otorguéis no puede implicar sufrimiento, sino dicha”. Ver artículo El bien vence al mal.

[2] “Nosce te ipsum”. Texto inscrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos (más info).

 

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