Amar a los enemigos
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Comunicación
recibida el 14/09/2020 (extracto textual de la sesión completa)
- ¿Podrías informarnos
sobre el concepto de amar a los enemigos?
EL REQUISITO PARA AMAR A LOS ENEMIGOS Y CUÁNDO PODEMOS MOSTRAR EL
CAMINO
El
amor a los enemigos es una actitud que tiene que estar revestida de sabiduría.
Cuando se entiende el progreso individual, el hecho de que cada cual estamos en
un momento y en un tramo del camino, que cada uno de nosotros ya hemos pasado
por todo el proceso anterior, por todo el camino anterior, pero hay personas
que tienen que pasar todavía por él, que se sienten ofendidas cuando se les
dice cualquier cosa, que son reactivas, o cualquier otra cuestión que vosotros
ya hayáis superado de un modo más o menos completo, cada vez que tengáis una
experiencia de este tipo, vais a tener la oportunidad de poder mostrarles cuál
es el camino.
CUANDO DESAPARECE LA REACTIVIDAD
Entended
la importancia que tiene mostrar la mejor versión de vuestro ser. Cuando
desaparece vuestra reactividad es porque sois capaces de entender vuestra
esencia, de modo que no os influya lo que ocurre a vuestro alrededor. En ese
momento tenéis la capacidad de poder transmitir la energía de Dios que habita
en vosotros a todo vuestro entorno, porque no lo limitáis con vuestros
prejuicios, con vuestros defectos, sino que se expande de un modo completo, y
eso alcanza también a vuestros enemigos.
EL AMOR NO SE PUEDE MEDIR
Ese
proceso requiere la depuración, la comprensión que os hemos comentado, y cuando
se está en ese nivel, se empieza a comprender que el amor no se puede medir, el
amor es absoluto y solamente queda empañado por vuestras propias limitaciones,
tanto a la hora de emitirlo, como de recibirlo.
LA ENERGÍA DEL AMOR LIBERADA
La
energía del amor, cuando queda liberada de todos vuestros prejuicios, vuestros
defectos, vuestros conceptos, se convierte en una energía pura que sale de
vosotros y, por lo tanto, llegará a todo aquél sobre el que tenéis influencia…
DÓNDE ACABA NUESTRA RESPONSABILIDAD
…y
el modo en el que lo quieran recibir o no, eso ya no es vuestra responsabilidad,
porque cada cual tiene sus propios elementos que limitan la emisión y la
captación de la energía del amor.
DERRIBANDO NUESTRAS BARRERAS
Por
tanto, amar a nuestros enemigos es un proceso en el que no se tienen en cuenta
las ofensas recibidas y, como consecuencia de ello, esas limitaciones, esas
barreras, caen y permiten que el amor se manifieste. No existe orgullo que
pueda detener esa emisión del amor, porque hemos sido capaces de eliminarlo y,
de ese modo, transmitimos el amor a todo nuestro entorno, libre, puro, absoluto,
caen las barreras de nuestras limitaciones a través de nuestro progreso
evolutivo.
YA NO PODEMOS LLAMARLES ENEMIGOS
Y
de este modo, quedan absolutamente impregnados de ese amor nuestros enemigos,
que ya no somos capaces de llamarles de ese modo, sino que son hermanos con los
que compartimos camino, que tienen la libertad de acompañarnos el tiempo que
crean oportuno, y que les apoyamos en todo lo que esté en nuestra mano como
consecuencia de este amor que emitimos, y que forma parte de nuestra esencia
divina, incrementada por nuestro desarrollo personal.
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